domingo, 26 de abril de 2015

Neil Postman uno de los tecnófobos más conocidos, en su libro de 1994, , Tecnópolis , explora los efectos negativos de las innovaciones tecnológicas. La televisión impone su estilo o formato de entretenimiento y diversión en todas las actividades humanas: todo debe ser como en televisión, ligero, fácil, entretenido. Así como la invención de la imprenta hizo nacer un ser humano diferente, la televisión, los ordenadores y las diversas tecnologías generan unos ganadores y unos perdedores, benefician a unos donándoles más poder pero debilitan a otras restándoles libertad y capacidad de decisión.

En Tecnópolis, se tiende a identificar ser humano y máquinas, pero empequeñeciendo lo que es humano y enalteciendo la máquina; la frecuente expresión «el ordenador ha determinado» equivale a «es la voluntad de Dios». Uno de los pilares de Tecnópolis es el cienticifismo, o sea, la creencia según la cual la ciencia puede resolver todos los problemas que se puedan presentar a los humanos, aún más, puede dar sentido a sus vidas.

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