viernes, 17 de abril de 2015

Aportes del pensamiento reflexivo de John Dewey para la educación en la sociedad de alta complejidad

Reflexión Académica en Diseño y Comunicación NºXVI

Reflexión Académica en Diseño y Comunicación NºXVI [ISSN: 1668-1673]

XIX Jornadas de Reflexión Académica en Diseño y Comunicación 2011

Año XII, Vol. 16, Agosto 2011, Buenos Aires, Argentina | 200 páginas

Plate, Ellen

El conocimiento no es algo separado y que se baste a sí    mismo, sino que está envuelto en el proceso por el cualla vida se sostiene y se desenvuelve. John Dewey
El propósito de este artículo es demostrar que las ideas esenciales de la filosofía pedagógica de John Dewey,
pueden aportar mejoras en la práctica educativa de la sociedad actual.
Durante la primera mitad del siglo XX, John Dewey (1859-1952) ha sido sin duda, el filósofo y pedagogo
norteamericano que contribuyó significativamente en el desarrollo de un nuevo sistema educativo. Como filósofo,
fue uno de los representantes más destacados del pragmatismo1. Conjuntamente con Estados Unidos,
Italia y Japón fueron los países en donde sus innovadoras investigaciones filosóficas y pedagógicas tuvieron
mayor repercusión.
Su obra, que contiene valores morales, sociales y psicológicos, trascendió notablemente en el campo de la
educación2. Su pensamiento filosófico se basó en la convicción moral de que “democracia es libertad”; y esta
argumentación filosófica, y su compromiso práctico con la democracia, se evidenciaron en su carrera como renovador
de la educación.
El pensamiento de John Dewey tuvo un paso progresivo del idealismo al pragmatismo. Fundamentándose
en una psicología funcional e influida por el naturalista Charles Darwin y el pensamiento pragmático de
William James3, elaboró una teoría del conocimiento que cuestionó la tradicional disensión entre el pensamiento
y la acción. Dewey sostuvo que el pensamiento debía cumplir un papel instrumental, mediador y evolucionista para servir a los intereses y al bienestar de los individuos. Es así que se esforzó en demostrar, cómo las ideas filosóficas podían actuar y adaptarse aque las concepciones mentales debían entenderse como etapas del comportamiento del individuo que las genera.
En su teoría del conocimiento afirmó enfáticamente la “necesidad de comprobar el pensamiento por medio
de la acción si se quiere que éste se convierta en conocimiento”.
Si bien John Dewey reconoció la importante visión del naturalismo pedagógico de Rousseau, expresó que los
fines de la educación se originan en el medio social y que no provienen del mero desarrollo de la naturaleza.
De este modo, y en oposición a los acostumbrados métodos educativos de su época, Dewey propuso que el
aprendizaje se llevara a cabo realizando diversas actividades, en lugar de utilizar únicamente, los tradicionales
contenidos curriculares. Dewey no desestimó que el conocimiento fuese el elemento primordial en todo proceso
educativo, pero sostuvo que era preciso que éste, se complementase con procederes a través de los cuales se
realiza ese proceso.
Para su práctica pedagógica, Dewey planteó que al igual que otros conocimientos, los contenidos de estudio eran
el fruto de los esfuerzos del hombre por solucionar los problemas que su propia experiencia le trazaba. Y es
con estas propuestas educativas, que promulgó una ruptura con la pedagogía tradicional.
A su vez, y con igual firmeza sostuvo que lo característico de una educación democrática, era la comunicación
entendida como un proceso de compartir experiencias y, que ésta práctica participativa, promulgaba la interacción
dialoguista y dialéctica.
El “método del problema” formulado por Dewey, consiste en un proceso continuado mediante el cual se
establece que el aprendizaje, debe ser una actividad de investigación, ejercitada por grupos de educandos
tutelados y orientados por el educador. Para Dewey, el método de aprendizaje derivaba de la investigación
científica y, basándose en esta creencia, propuso su metodología educativa formulada en cinco fases:
1. Consideración de alguna experiencia actual y real del niño.
2. Identificación de algún problema o dificultad suscitados a partir de esa experiencia.
3. Inspección de datos disponibles, así como búsqueda de soluciones viables.
4. Formulación de la hipótesis de solución.
5. Comprobación de la hipótesis por la acción.
Es ilustrativa del pensamiento educativo de Dewey la última fase: “comprobación de la hipótesis por la acción,
porque siguiendo el enfoque pragmatista, la práctica es la prueba del valor de la reflexión hecha por el alumno con el objeto de resolver el problema”.
ReflexionesA casi sesenta años de la actuación de John Dewey, es
posible manifestar que sus ideas filosóficas y pedagógicas
son aplicables en el mejoramiento del sistema educativo
actual.
La sociedad de alta complejidad se caracteriza por la
rapidez con que se producen los cambios. En esta realidad,
la tarea pedagógica se desarrolla en un contexto
dinámico y variable. Precisamente en este escenario,
será valioso que el educador genere enseñanzas reflexivas
y continuas, nutridas por las nuevas fuentes
de información y de conocimiento que esta sociedad
dispone.
Si para Dewey el quehacer del docente era crear las
condiciones necesarias para estimular y desarrollar las
facultades activas de los alumnos, con mayor razón se
requiere que el educador de hoy posea un perfil abierto
y flexible, que conlleve al mejoramiento de su práctica.
Si se parte de la convicción que en la sociedad áulica
se enseña y se aprende, la labor educativa debe estar en
conformidad con las necesidades y desafíos que plantean
los nuevos paradigmas. Para promover cambios
favorables en la enseñanza, es menester que el docente
actualice continuamente sus conocimientos, con el sólo
propósito de optimizar sus funciones formativas. Cuando
John Dewey formuló su “método del problema”, debió
admitir que en la práctica, gran parte de los docentes
no estaban formados en los conocimientos teóricos
y prácticos de la filosofía pedagógica que él planteaba.
Para concluir estas reflexiones, se entiende que toda
innovación produce cambios en las interacciones de
enseñanza-aprendizaje, como también propicia una reestructuración
en el comportamiento de la convivencia
áulica. En medio de estas nuevas interrelaciones, el docente
debe saber evaluar el criterio del alumno, sin por
eso perder su autoridad y liderazgo. Cuando Dewey se
refiere a la libertad no apunta a la falta de autoridad,
sino a la independencia como una realidad que permite
a las personas expresar sus ideas. De este modo, el estudiante
dejará de ser pasivo en la recepción de conocimientos
y sabrá asumir con responsabilidad su propia
formación intelectual. Para que estas interacciones sucedan
en la enseñanza-aprendizaje, es menester que a la
comunidad áulica le concierna y se corresponda con las
acciones y características de la sociedad externa.
Notas1 El pragmatismo es una escuela filosófica que se origina
en los Estados Unidos a finales del siglo XIX. La palabra
pragmatismo proviene del vocablo griego praxis que
significa acción. El pragmatismo no es propiamente una
teoría filosófica, sino un “modo de pensar”, en el que
tienen cabida distintas teorías que pueden ser aplicadas
a diferentes disciplinas. El pragmatismo es también
considerado como una teoría del ser humano vista desde
su función cognoscitiva.
2 The school and society (1899) (La escuela y la sociedad),
How we think (1910) (Cómo pensamos), Democracy
and education (1916) (Democracia y educación) y
Experience and education (1938) (Experiencia y educación).
Las obras completas de John Dewey se publicaron
en treinta y siete volúmenes con el título de Collected
works of John Dewey (Carbondale, Southern Illinois
Universiry Press, 1967- 1992).
3 William James (1842-1910), filósofo estadounidense y
profesor de filosofía de la Universidad de Harvard. Influyente
representante de la escuela filosófica pragmática
de Estados Unidos. Su pensamiento se corresponde
con la doctrina que él mismo llamó empirismo radical.
Se lo considera el fundador de la “Psicología de la religión”.
El criterio pragmático de William James llevado
al campo de las ideas, apareció puntualizado como una
confirmación de “verdad” filosófica en su obra: Pragmatismo
los acontecimientos y a las necesidades concretas de la vida cotidiana. Por estas razones aseveró con firmeza,

(1907).

Referencias bibliográficas
- Robert B. Westbrook: John Dewey (1859-1952) (París,
UNESCO: Oficina - Internacional de Educación), vol.
XXIII, nº 05, 1-2, 1993, págs. 289-305. ©UNESCO: Oficina
Internacional de Educación, 1999.
- Paciano Fermoso Estébanez, Catedrático de la Universidad
Autónoma de Barcelona y pionero en el campo de
la sociología de la educación.
- José Antonio Serrano Castañeda: Una vuelta a los orígenes
de la práctica reflexiva en educación.

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